domingo, 7 de diciembre de 2014

Ruta: Peña Picón, Sédano, Sancho Rey, Tabla de la Patata

Vistas desde la Peña Picón
Ruta cortita alrededor de Picón pero que nos llevará a algunos de los lugares más fantásticos alrededor de la casa.

Salimos hacia el sur para buscar la Cañada Real, por la que subimos hasta un cruce en el que la abandonamos para seguir subiendo hasta la Peña Picón, antiguo alojamiento de una fortaleza de vigilancia de época musulmana. Arriba podemos disfrutar de unas vistas espectaculares si el día está claro.
Picón desde la Peña

Desde allí, tomamos un precioso single track de bajada no difícil, pero en el que hay que tener cuidado. Alucinante, pasarás por dentro de un árbol.

El pantano del Vicario y el depósito

Volvemos a la Cañada Real para ir hacia la presa del Vicario, por un pequeño tramo de sendero. Desde la presa subimos al depósito de agua del regadío, desde el que tenemos otra oportunidad de disfrutar de las vistas.

Por las pistas asfaltadas del regadío del Vicario llegaremos a un camino que sube a la derecha y que nos llevará hasta el vértice geodésico del Sédano. Desde allí, dominamos todo el Guadiana, con unas vistas espectaculares.

Las cigüeñas de Sancho Rey

Bajamos por una pista que al final del verano se llena de cardos que nos llevará hasta Sancho Rey, antigua población medieval hoy abandonada (quedan restos de una iglesia), y donde hoy se encuentra una de las colonias más grandes de cigüeñas de la zona: por San Blas, las cigüeñas verás.

Puente de la carretera de Picón sobre el Guadiana

Tomamos el margen sur del Guadiana para llegar al Puente de la carretera por el que cruzaremos  e iremos a buscar un bosquecillo virgen tras cruzar un arroyo (si lleva mucha agua se puede bordear por el camino principal, aunque merece la pena el bosquecillo).

Bosquecillo virgen junto al Guadiana
Sin darnos cuenta llegamos a la tabla de la patata, donde podemos pescar, ver aves, o descansar un poco a orillas del río. En la tabla hay agua todo el año.

La tabla de la Patata
Subimos un poco más por la cañada Real para rematar la ruta, y en un plis plas, de vuelta en Picón.

domingo, 17 de agosto de 2014

Ribera del Guadiana (versión larga)

Aprovechamos estos días del verano para marcar una de las rutas más interesantes que se pueden hacer desde la Estación Ciclista del Guadiana, Casa Rural para ciclista en Picón, Ciudad Real. La ruta nos va a llevar siempre por las riberas del Guadiana, recorriendo el embalse del Vicario que nos ayuda a llevar mejor el calor estos días de Agosto. Esta es un ruta que permite ver mucha fauna, sobre todo aves que anidan a lo largo del río. Esta ruta se puede hacer en cualquier momento del año, aunque en primavera quizás sea el mejor momento. Es ciclable al 99,9 % (algún trozo con zarzas anima a bajarse por precaución) a no ser que la presa esté desaguando, que puede dejar impracticable el bonito single-track del lado norte desde la presa hasta el puente de Picón. En todo caso, hay múltiples alternativas.

Casa de Santa María
Salimos de Picón y pasamos por la Casa de Santa María, casa señorial a orillas del Guadiana que está a la espera de rehabilitación, y que su día fue un punto clave del territorio; de hecho, la Puerta de Santa María de Ciudad Real se llama así precisamente porque de ahí partía el camino que llevaba a este lugar. Cruzamos el río por el puente de la carretera y enseguida tomamos un camino a la izquierda que nos lleva atravesando un bonito túnel de encinas hasta la puerta de la Bodega del Pago del Vicario.

Viñedos del Pago del Vicario
Atravesamos los viñedos (buen vino, e interesante visita tiene la bodega), y paramos en un mirador desde el que observamos una tabla del Guadiana (tabla es allí donde siempre hay agua y parece que no corre).

Tabla del Guadiana
En el mirador, podemos ver la estructura y tipos de uvas plantados en la viña del Pago...


... y echando la vista atrás, divisar el interesante edificio con forma de catalejo de la bodega. Desde el mirador bajamos al río que seguiremos en un bonito tramo caracterizados por los afloramientos rocosos y las zarzas en el algún punto, así como los restos de viejos puentes y molinos del río.

Afloramientos rocosos con musgo y liquen.
Sin dificultad llegaremos a la presa, de hormigón, que se construyó en los 70 para poner en regadío el espacio entre el río Guadiana y Ciudad Real.

Presa del Vicario
Cruzamos el río usando la presa desde la que pudimos disfrutar de las vistas del embalse a rebosar de agua.

Embalse del Vicario
El margen norte del embalse ha sido incluido en el Camino Natural del Guadiana que ha acondicionado y señalizado la Confederación del Guadiana. Según la época y el día, veremos muchos pescadores, puesto que el embalse del Vicario es un centro reconocido de pesca (algún campeonato se ha celebrado aquí). Veremos muchos patos, y si hay suerte, como en nuestro caso, unos gansos salvajes ¿del Nilo?

Gansos a orillas del Vicario
La Confederación ha creado varios miradores para observar la fauna. El mirador de la Isla puede ser una buen punto de parada (según vayamos de cansados).


Siempre junto al agua, vemos como el agua del embalse se utiliza para regar todo tipo de cultivos, este verano estaban gordos los girasoles.


La tubería de abastecimiento de Ciudad Real nos hace dar un pequeño rodeo de unas decenas de metros... por ahí viene el agua del embalse de Gasset (otra bonita ruta) que se bebe en la comarca de Ciudad Real.

Tubería de Abastecimiento de Ciudad Real desde el Gasset
Seguimos por la margen norte cada vez más cerca de la cola del Vicario, pasando por otra tabla, la del Piélago, ahora imperceptible al estar el embalse lleno. Por esta zona, las aguas menos profundas y de mejor calidad hacen que el número de aves aumente. Vimos muchas garzas reales, pero no fuimos capaces de fotografiarlas (entre que paras la bici, sacas la cámara, etc... la garza voló). Nos conformamos con las fochas, patos, y gansos.

El Vicario, paraíso ornitológico
Llegamos a Peralbillo, donde hay una reserva de fauna en la cola del embalse, remontando el río Becea, afluente del Guadiana. La idea era llevar la ruta por allí, pero una avería a la vuelta nos hizo desistir (pondremos el track). En Peralbillo se puede coger agua (cervezas en el bar del pueblo, según la necesidad), y desde allí seguimos por el camino del Guadiana hasta bajar a los baños del Emperador, antigua casa de baños que contaba con unas piscinas que todavía pueden verse cuando el nivel del embalse baja.

Casa de baños del Emperador
Seguimos el camino del Guadiana que nos lleva a pasar bajo el estribo del puente del AVE.


Los reflejos del sol en el agua y el tablero del puente llamaron la atención de nuestro fotógrafo.


Junto al puente del AVE está el viejo puente del ferrocarril que quedó en desuso y fue recuperado para la olvidada ruta del Quijote, y que se ha convertido en un destino de paseantes de Ciudad Real, con lo que por aquí seguro que veremos gente.

Puente de  hierro del antiguo F.C. Ciudad Real - Madrid.
Cruzamos el puente de hierro y seguimos por el margen sur por una pista ancha. Pronto volvemos a la margen, que seguimos hasta llegar a Malvecinos, en la carretera de Carrión a Fernancaballero, donde quedan restos del viejo puente y molino, cada vez más comidos por la maleza y las higueras, que estaban cargaditas (avituallamiento gratis para valientes).


Volvemos a cruzar y tomamos el camino de vuelta de nuevo siguiendo el margen del río, entre tarays y juncos, que nos volverá a llevar a Peralbillo. Una avería en un cambio nos hizo renunciar a tomar la cañada, así que volvimos por el norte del embalse, aunque buscando los caminos más rectos. Ahí nos quedaba otra sorpresa, un buen grupo de vacas con sus terneros que pastaban en las orillas del embalse.


En la presa bajamos una escalera que hay al norte, con cuidado de no tocar la barandilla para no molestar a las avispas que la habitan y así evitar que ellas nos molesten a nosotros. El single track del norte del río es una preciosidad que hará las delicias de todos, y nos lleva al puente de Picón, hacia donde volveremos por el mismo camino de Santa María.


Así acabamos la ruta, muy bonita, que cambia mucho según las épocas del año, y que aunque larga, es totalmente llana. De hecho, se puede alargar un poco más y llegar hasta el Castillo del Calatrava La Vieja, que está a 2,5 km de Malvecinos. Un manguerazo a las bicis para quitarles el polvo del camino, y un bañito en la piscina para recuperar el cuerpo pusieron el punto final a la ruta.


Aquí tenéis el track de la ruta que hicimos:
 

 Ponemos las variantes posible de los tracks a continuación.


sábado, 21 de junio de 2014

Picón - Porzuna y vuelta por el Bullaque

Ruta de 46 km y 700 m de desnivel acumulado de subida, sin grandes cuestas pero un poco rompepiernas. Es ciclable en su totalidad, aunque hay algún tramo por la Cañada Real algo técnico por la abundancia de piedras. Desde Porzuna se pasa por zonas de caza, por lo que, para evitar problemas, mejor no hacer esta ruta entre Octubre y Enero.


Salimos, como en otras rutas, por el camino de la Fuente Agria, que como está asfaltado en sus primeros kilómetros, facilita la subida hacia la Cañada Real Riojana o Galiana, que está marcada como sendero de gran recorrido, GR-16. Es fácil cruzarse con senderistas u otros ciclistas por aquí.


Este tramo es muy bonito, pues alterna el bosque mediterráneo de encinas y chaparros, con zonas de dehesa en las que abunda el ganado, y por tanto, las puertas que tenemos que cuidarnos de dejar siempre cerradas. El liquen en el bosque es indicador de la pureza del aire que respiramos.


La cañada sube un fuerte repecho al final que nos saca al cruce de las carreteras CM-412 y CM-403. Se cruza la carretera, y seguimos por la Cañada, lanzándonos con cuidado por una bonita bajada que nos va a llevar a los alrededores de la Ermita de San Isidro de Porzuna.


Siguiendo el camino de la Ermita, llegamos a Porzuna, donde podemos visitar su iglesia con cigüeñas en el campanario, y la plaza, así como aprovechar para cargar agua en nuestros botes.


Salimos de Porzuna por la carretera de las Casas del Río, pero enseguida la abandonamos tomando una pista a la izquierda que, poco a poco, nos acercará al Bullaque. Pasamos junto a una casa con perros ladradores pero no mordedores (por si acaso, mejor ir agrupados), y nos adentramos en una zona de fincas donde según parece se pueden ver animales (http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3864242).

Pocos kilómetros más adelante, y tras bajar y subir para cruzar una vaguada, salimos a un olivar por un camino que nos llevará al pequeño pantano de las Peralosas, siempre con agua, un bonito paraje sin duda.


Salimos a la carretera que seguimos durante unos metros para tomar un camino a la derecha que nos llevará a la última cuesta dura del día, el Morro de la Perdiguera, que con plato pequeño y paciencia podremos superar.

Atravesamos ahora una zona de cultivos y matorrales, bordeando el volcán de "La Cabeza", y seguimos subiendo poco a poco para pasar junto al Aljibe del Moro. La tierra marrón oscura nos indica el origen volcánico de estos materiales, y si nos fijamos, veremos bombas volcánicas alrededor.


Salimos a la Cañada Real y los más técnicos tendrán su recompensa, porque la bajada es muy entretenida: es rápida, pero hay que buscar el mejor trazado entre las piedras. Llegamos a la carretera, y dejándonos caer,vamos a Picón donde termina la ruta (a nosotros nos esperaban unas cervecitas y un baño en la piscina ;-P).

El track de la ruta lo tienes en wikiloc:


lunes, 2 de junio de 2014

Reconociendo el barranco de la Cañada Real


Ayer salimos de ruta con la gente del 7º Piñón para recorrer algunos tramos que queremos incluir en nuestras rutas, como son la subida al volcán de Peñaroya, con unas vistas espectaculares y un impresionante afloramiento de lava, y la bajada por el "barranco de la Cañada Real", un tramo en single-track, bastante técnico que hará disfrutar a los más valientes. La foto de apertura es la subida al volcán, como se puede comprobar por el color marrón oscuro de la tierra que se mezcla con el amarillo del cereal ya maduro y genera estos paisajes tan impresionantes.


Pero antes, pasamos por una laguna que ha surgido entre Valverde y Alcolea de Calatrava en la que encontramos un nutrido grupo de flamencos.

P.D.: Las fotos son del amigo Roberto.